Roberto montó hace ocho años junto a su mujer, Marta, la primera casa rural en un pueblo cerca del Monasterio de Piedra (Zaragoza). Empezó siendo un proyecto familiar más bien romántico y se ha convertido en un negocio y su principal fuente de ingresos. Tanto que se han mudado a vivir al pueblo. Conforme el negocio avanzaba, han ido ampliando y ahora tienen ya tres casas rurales allí, con una capacidad de 60 personas.
Es un tema que me habíais pedido y en la entrevista Roberto explica en detalle cómo lo hicieron, qué inversión requiere y también qué rentabilidad consiguen.