Hoy vamos a hablarte de una colonia, un perfume muy especial que tiene el nombre de una niña, Sayen, y cuya fabricación se ha logrado gracias a un crowdfunding impulsado por sus padres: Bea y Rober.
Como habrás imaginado, esta colonia no es un perfume cualquiera. Sayen, su inspiradora, padece una enfermedad rara, el síndrome de Pallister Killian y, de cada frasco que se venda, se destinará casi un tercio de sus beneficios a impulsar la investigación.