Llegamos al final de esta primer temporada... Con una historia muy especial, una historia propia. De lo más difícil que me toco grabar. Gracias amigos por acompañarme en estos 10 episodios. Que se llenen de amor con cada historia!

Fases policiales, pruebas, allanamientos... Y si existen testigos que son mudos? Que pasa si un perro es una prueba viviente de un homicidio? Una vez más el ser humano los expone a sus atrocidades, una vez más no sabemos como pedir perdón...

El olfato del perro es algo increíble, la ciencia lo explica de forma muy correcta, pero acá, en esta historia, lo científico lo dejamos en el costado. Como un perro es capaz de llegar a unir lazos que ni siquiera conoce.

Cada dolor y cada pérdida son intransferibles, son únicos. Por eso charlamos con ella, Valeria Schapira, periodista y escritora del libro "Adiós, como afrontar la partida de nuestros mejores amigos", una cajita de herramientas para acompañar ese proceso.

Si alguien sabe de poner su mente, cuerpo y alma al servicio de los demás, es La Gorda, una perra que marcó tarjeta toda su vida.

La mística que los envuelve es real. Son ancestrales y poderosos. Son capaces de percibir energías que nosotros no. Y si no me crees aca va la historia del gato grandote, colorado y... bueno, escuchalo.

Que las historias de los animales sean tan grosas como el resto. Chapiday en Bicicleta es para vos, que amas a los animales más que a nada en el mundo! Historias reales, contadas en relatos y entrevistas que te vuelan los pelos y te emocionan!

Es abogada, feminista, activista y antiespecista, y te aseguro que si violaste alguna ley de derecho animal, no quisieras tenerla enfrente. Entrevista con la Doctora Angélica Miotti.

En la sección policiales te podes encontrar con de todo. Entre moteles y calabozos, una perra atrevida.

La búsqueda desesperada de una perra perdida, que rompió el algoritmo. Quila, buscada y encontrada. Entrevista con Nacho, su humano.

A los hermanos se los conoce en la herencia, y a los amigos en las malas. Un perro que vino a cachetear nuestro mundo con su mirada cansada.