Como si de juntar palabras se tratara, el maestro perfumista va uniendo notas olfativas unas con otras para conseguir el perfume perfecto que consiga despertar las emociones en las personas que lo van a disfrutar trasladándolos a momentos o situaciones que ya han vivido (memoria olfativa)
Por eso a la hora de trasmitir los valores de una marca tan importante como la parte gráfica (logotipo) o la forma de narrar nuestra historia (Storytelling) es el aroma que vamos a utilizar para nuestra marca (Odotipo) que es al final el que más va a perdurar en la memoria de nuestro cliente, ya que como hemos hablado en otros artículos es el sentido que más se recuerda y más directamente ataca a las emociones.
“Por primera vez en su vida, Grenouille se dio cuenta de que no tenía un olor propio. Se dio cuenta de que siempre había sido nadie para todos. Lo que ahora sentía, era el temer su propio olvido. Era como si no existiera.”
Como si de un estudioso del Marketing Sensorial se tratara, Patrick Süskind en su novela El Perfume, no lo podía definir mejor, si no tienes un aroma propio, no existes, no trasmites nada.
El propósito del marketing olfativo es crear una identidad propia a una marca hasta el punto de conseguir plasmar en un aroma los valores que esa empresa desea trasmitir para humanizar el servicio con sus clientes y hacerlos inolvidables.
Los aromas trasmiten la personalidad, el carisma, la filosofía y los valores de tu negocio, solo de ti depende suscitar una experiencia memorable en tus clientes, para que te tengan siempre presente.
Para lograrlo es importante que tengas muy clara la idea de lo que quieres trasmitir, el tipo de cliente al que vas a enfocar tu marca e incluso el tipo de decoración de tu empresa o local, con estos datos el profesional del Marketing Olfativo te podrá ofrecer varias opciones que den con el perfume que realmente cumpla todos esos requisitos y tenga un efecto diferenciador con tu competencia.