Parece una chorrada, pero no lo es tanto.
Ponte en la piel de tu suscriptor y ten en cuenta sus hábitos de lectura a la hora de escribir tus emails.
Es la mejor forma de llegar a sus corazones, sus tiempos, sus momentos preferidos.
Pero no solo eso, también es lo mejor para ti y tus métricas.
Considera para ello tus propios hábitos a la hora de consumir emails.
Pregúntate:
Cuánto tiempo dedicas a leer los emails y dónde sueles hacerlo.
Para que te hagas una idea, mucha gente suele leerlos en el tren al ir y volver al trabajo o en el coche, en un ratito en el pasillo entre reunión y reunión.
Así que lo mejor que puedes hacer por tu suscriptor y por tus métricas es hacer el trabajo por él:
Escribe párrafos cortos.
Utiliza la negrita.
Usa títulos grande
Crea puntos de acción para desplegar la información.
Todo de tal forma que en un abrir y cerrar de ojos se sepa con qué propósito se ha enviado ese email y qué qué valor añadido aporta ese email.
¿Te gustaría emp