Faltan estudios, promoción y conservación de los espacios públicos de la Costa del sol malagueña, desborda por la construcción de todas las riberas y espacios libres imaginables. Se construyen la primera línea de playa, muchas veces sobre la misma arena que, se supone, deben albergar a turistas y locales durante el caluroso verano. Pero se prefiere llenar de cemento hasta el último centímetro de terreno.
Aun así, existe una clase especial de seres humanos que no tiran nunca la toalla y utilizando sus propias armas, la del estudio y la palabra, intentan por todos los medios crear conciencia entre la ciudadanía, aunque cueste, dado el grado de permisibilidad al que hemos llegado, sin pensar en el futuro envenenado que van a recibir nuestros hijos en herencia.
Quién sabe, quizás algún día, esperemos que pronto, una nueva generación pueda restituir a su estado original esa naturaleza que en estos últimos siglos hemos pisoteado de forma tan egoísta.
Gracias al geógrafo José Gómez Zotano, junto con los biólogos Felipe Román Requena y María Teresa Vizoso Paz, y el arqueólogo Ildefonso Navarro, por legarnos este gran trabajo titulado 'Dunas litorales y fondos marinos del Saladillo-Matas Verdes (Estepona-Málaga)'.