1634, Loudun, Francia. Un convento de ursulinas cayó en las manos del demonio. Concretamente, dieciocho entes demoníacos poseyeron a las monjas. ¿De quién fue la culpa de las posesiones? Según las líneas de “investigación”, la culpa recayó en el sacerdote, Urbain Grandier. Este religioso hizo un pacto con satanás para enriquecerse y ganarse a todas las mujeres que quisiera. ¿Puede un sacerdote pedir la posesión de todo un convento para su beneficio?