El estrés crónico causa un daño celular relacionado con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, la diabetes tipo 2 o algunas neurodegenerativas como el párkinson. ¿Pero qué le sucede a nuestras células cuando descansamos? ¿Son capaces la melatonina o la serotonina, conocidas como hormonas del descanso y la felicidad, de reparar ese daño celular?