Leila Guerriero reconstruye en ‘La llamada’ (Anagrama) la vida de Silvia Labayru, una exmilitante de Montoneros que, con veinte años, fue secuestrada y trasladada a la ESMA (el mayor centro de detención ilegal de la dictadura argentina) donde, además de ser torturada y violada, dio a luz —sobre la misma mesa de tortura— a su hija Vera. Tras su liberación, algunos de sus compañeros la repudiaron, acusándola de traidora. Guerriero reconstruye, por tanto, la historia de una víctima, pero una víctima que no busca ser vista con complaciencia. ‘La llamada’ es una novela de no ficción que supura memoria en cada página. Aunque es mucho más que eso. Es un libro “sobre la condición humana”. Y, además, el retrato de un trabajo periodístico metódico y apabullante.