Para preparar el capítulo n.º 87 de “Iberoamérica de cuento” Manuel se ha hecho la tonsura, Sandra ha entrado en un convento de clausura, Anabelle se ha ido de misionera y Pep, en fin, Pep no pasa de monaguillo de los que bebían vino a escondidas y comía hostias sin consagrar. Y todo esto porque en este octogésimo séptimo capítulo decidimos echar unos rezos, perdón, queríamos decir unos cuentos, echar unos cuentos, concretamente, unos cuentos religiosos.