Escuchando Crímenes

Y. Delgado

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El estrangulador de Cleveland
30-01-2024
El estrangulador de Cleveland
La policía local demoró cinco semanas en actuar y ese lapso resultó fatal para por lo menos una mujer más, la que quedaría señalada como la víctima número 11, un número no muy preciso porque aún hoy sigue siendo un misterio la cantidad real de mujeres violadas y asesinadas por el Estrangulador de Cleveland. A mediados de septiembre de 2009, una mujer se presentó en una comisaría de la ciudad y denunció que había sido estrangulada casi hasta morir y violada por un hombre que la había invitado a tomar algo en su casa. Y que después, inexplicablemente, la había dejado ir. La denuncia que no fue escuchada La mujer dio datos precisos: el hombre se llamaba Anthony Sowell y la casa en cuestión era un dúplex ubicado en el 12205 Imperial Avenue. El policía que le tomó la denuncia anotó la información, le pidió su propio domicilio y le dijo que le avisarían cuando localizaran al sujeto de marras. Después guardó el papel en un cajón y lo puso a dormir. El policía conocía a la mujer, que había pasado más de una noche en la comisaría por consumo de drogas y de alcohol. Los datos podían ser muy precisos pero, para él, la denunciante no era confiable, lo más probable es que quisiera ajustar cuentas con algún socio de sus vicios por una discusión entre marginales. La policía local demoró cinco semanas en actuar y ese lapso resultó fatal para por lo menos una mujer más, la que quedaría señalada como la víctima número 11, un número no muy preciso porque aún hoy sigue siendo un misterio la cantidad real de mujeres violadas y asesinadas por el Estrangulador de Cleveland. A mediados de septiembre de 2009, una mujer se presentó en una comisaría de la ciudad y denunció que había sido estrangulada casi hasta morir y violada por un hombre que la había invitado a tomar algo en su casa. Y que después, inexplicablemente, la había dejado ir. La denuncia que no fue escuchada La mujer dio datos precisos: el hombre se llamaba Anthony Sowell y la casa en cuestión era un dúplex ubicado en el 12205 Imperial Avenue. El policía que le tomó la denuncia anotó la información, le pidió su propio domicilio y le dijo que le avisarían cuando localizaran al sujeto de marras. Después guardó el papel en un cajón y lo puso a dormir. El policía conocía a la mujer, que había pasado más de una noche en la comisaría por consumo de drogas y de alcohol. Los datos podían ser muy precisos pero, para él, la denunciante no era confiable, lo más probable es que quisiera ajustar cuentas con algún socio de sus vicios por una discusión entre marginales. La consiguió el 29 de octubre –cinco semanas después de la denuncia– y la ejecutó. Cuando los policías abrieron la puerta, el olor casi los voltea. Venía de dos cadáveres de mujeres que estaban tirados en dos habitaciones de la casa. Ese mismo día, descubrirían nueve cuerpos más. Anthony Sowell fue capturado dos días después.