"Un ojo ve, el otro siente."
Cuando Paul Klee soltó esa frase estaba hablando de algo más profundo de lo que parece a primera vista.
Reflexionemos sobre ello:
En pocas palabras, Klee estaba insinuando que el arte no es solo cuestión de captar lo que ves con los ojos, sino también de sentir y experimentar con tu corazón y tu alma.
Es como si dijera que necesitas usar dos tipos diferentes de "visión" cuando te enfrentas al arte.
El artista no solo registra lo que ve con precisión, sino que también infunde su obra con emociones y sentimientos personales.