Segunda parte del análisis político de las celebraciones del festival de Eurovisión, empezando por la de este año. Hemos visto un doble rasero ideológico con Rusia e Israel y también analizaremos el batacazo de las expectativas con Blanca Paloma. También vuelve Luis Fuster (@luisgfuster) para traernos las veces en las que el certamen de Eurovisión se utilizó como un escaparate para vender la visión política del país anfitrión