El 19 de septiembre de 1990 en la localidad manchega de Almansa, en Albacete, se enterraba a Rosita Gonzálvez, de 11 años de edad. Había sido sometida a una especie de exorcismo por su propia madre, conocida en el pueblo como Rosa la curandera. Hablamos de este crimen con el criminalista Omar Méndez y el periodista Carlos Prallong.