Por ahora son guiones bastante sosos, pero cuanto más "juguemos" con las inteligencias artificiales mejor lo harán. Tal vez nos hagan valorar más lo "auténtico", lo "hecho a mano". Por otro lado, comprobamos los abucheos a los que fue sometido Elon Musk el domingo pasado. ¿Quién hubiera imaginado que la turba enfadada de Twitter tenía su réplica en la vida real?