El segundo mundial de la historia estuvo marcado por las amenazas. Benito Mussolini no solo amedrentó a los delegados suecos para que desistieran de su intención de organizar el torneo. También amenazó al propio seleccionador italiano, Vittorio Pozzo: “Que Dios lo ayude, si llega a fracasar” – le dijo el dictador fascista en el entretiempo de la final. Narrado por Ernesto Contreras.
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Jorge Ocaña, Carlos Martin, Antonio Ortiz y Antonio Prado