El 9 de octubre de 2020, en New Boston, Texas, a las 9:36 de la mañana, un agente de policía persigue a un Toyota Corolla que circula de manera peligrosa y errática. El vehículo cruza las líneas continuas, lleva las luces de emergencia encendidas, casi colisiona con una camioneta y ha puesto en riesgo a un ciclista. Mientras tanto, emergencias recibe una llamada de una mujer gritando, diciendo que tiene a un policía estatal persiguiéndola y que necesita una ambulancia.
Cuando el agente consigue que el coche se detenga a un lado de la carretera y se acerca a la ventanilla, ve a una mujer hablando por teléfono, cubierta de sangre desde la cara hasta los pies. Al agachar la cabeza hasta su regazo, no puede creer lo que está viendo…
Aproximadamente cuarenta minutos más tarde, el mismo operador recibe otra desgarradora llamada. Una mujer yace en su sala de estar sobre un enorme charco de sangre.