Una isla de sol y palmas. Una mujer que parece desvanecerse. Una policía que llega tarde. Años más tarde... El año 2007, en Palma de Mallorca, una mujer de 72 años recorre un edificio piso por piso cobrando el arriendo a sus inquilinos. Se llama Margalida, y sus arrendatarios serían las últimas personas en verla jamás.