Viajamos a La Aceitera en Bollullos de la Mitación (Sevilla), casa y centro de creación de la coreógrafa y bailaora Rocío Molina (Málaga, 1984). Una de nuestras artistas más internacionales, Rocío Molina atesora coreografías que son acontecimientos escénicos singulares que se nutren de ideas y formas culturales que abarcan desde el cine a la literatura, pasando por la filosofía y la pintura. Es Premio Nacional de Danza a los veintiséis y a los veintiocho Mikhail Baryshnikov se arrodilla ante ella a las puertas de su camerino del New York City Center, tras la representación con atronador éxito de Oro viejo. En este tercer capítulo de Vivo bailando comparte sus reflexiones sobre lo cotidiano y lo sublime, sobre la fragilidad y sobre su voluntad de danzar para divertirse, para sanarse, para entusiasmarse.