Meditación en el Domingo XXXI (B) del Tiempo Ordinario. Una vez más el Evangelio nos propone el mandamiento del amor: «Amarás a Dios... y al prójimo como a ti mismo». No tenemos nada más importante que hacer cada día, ninguna otra cosa debería ocupar nuestra atención a lo largo de la jornada, nuestro examen de conciencia al llegar la noche. ¿Y dónde podemos cumplir la primera parte de este mandamiento? En la Eucaristía.