Con este quinto capítulo, Cinco Duros profundiza como nunca se ha atrevido nadie antes en los lazos entre la piratería y el auge del videojuego español, sacando a la luz testimonios, hechos y declaraciones que cambian por completo la visión de un problema cíclico que ha moldeado a la industria desde sus inicios. Y lo hace, como siempre, dejando que sean los protagonistas de la historia quienes hablen de ella.