¡Y ahí corona Marcos Pascual los cuernos del mismísimo diablo! Independiente con la Muerte pisándole los talones. Pero mucho se ha de esmerar si le quiere alcanzar, pues mucho hay que correr para pillar a aquél a quien la pasión mueve todo su cuerpo. Como siempre, nos vemos buscando sentido en la Montaña. Donde, como en la vida, recuerden que lo peor no es quedarse sin fuerzas, lo peor es quedarse sin un motivo.