25-12-2023
Somos más que vencedores (Romanos 8:37).
Al fotógrafo de un noticiero nacional, se le asignó el tomar fotografías de un gran incendio forestal. Sin embargo, el humo en el lugar era tan denso, que le era imposible tomar buenas fotos. Por lo que, el fotógrafo, solicitó a la oficina central que alquilara un avión, y desde allí poder hacer buenas tomas del incendio. Bueno, la oficina llevó a cabo los arreglos correspondientes, y le dijeron que fuera inmediatamente a un aeropuerto cercano, donde lo estaría esperando el avión. Cuando llegó a toda prisa al aeropuerto, un avión calentaba en la pista. Muy de prisa se subió al avión, mientras gritaba, “¡Vamos! ¡Vamos!” El que estaba en el asiento del piloto, giró el avión contra el viento y pronto estuvieron en el aire. Desde allí se podía ver muy bien el incendio, y entonces, el fotógrafo gritó, “Vuela sobre el lado norte del incendio, y haz tres o cuatro pasadas a bajo nivel”. Y el piloto, sorprendido, preguntó, “¿Por qué?”. Bueno, dijo el fotógrafo, “Pues porque soy fotógrafo, y necesito tomar fotografías del incendio”. El piloto, asustado, le dijo, “Entonces, ¿No es usted mi instructor del vuelo?”. Allí tenemos en un avión, a uno que no es instructor de vuelo, y a otro que no es piloto. ¡Tremendo!
Así es exactamente como nos aparece la vida a veces, ¿verdad? A veces parece que quien conduce el avión no sabe adónde va, ni qué está haciendo. Pero, así es como nos parecen las cosas. Desde nuestro punto de vista, parece que nuestras vidas se meten en más líos de los que podemos imaginar. Pero, repito, así es como parecen las cosas.
Según la Biblia, los hijos de Dios son un pueblo perpetuamente victorioso. No siempre podemos verlo. No siempre lo sentimos. No siempre vivimos así, pero de todos modos es cierto.
El versículo que hoy tenemos ante nosotros ha traído consuelo y esperanza a los corazones de los hijos de Dios durante años. Nos recuerda que somos “más que vencedores” a pesar de cómo nos parezcan las cosas, o de cómo nos sintamos acerca de nuestras circunstancias. Hoy quiero dedicar tiempo a este versículo, porque los hechos revelados en él, nos recuerdan claramente que somos “más que vencedores”.
Es posible que hoy no me sienta como un conquistador. Es posible que sienta que mi vida está bajo el yugo de un piloto sin experiencia. Pero, independientemente de cómo nos sintamos, este versículo ofrece palabras de esperanza, paz y aliento a quienes se sientan desanimados, derrotados y abrumados por la vida. Les invito a echar un vistazo a este valioso versículo. Permitan que les muestre los hechos que aquí se revelan, y que nos enseñan que somos “más que vencedores”.