Iglesia de Cristo en Constituyentes.

Lorenzo Luévano

La iglesia de Cristo en Juárez le invita a sus actividades en la calle Juan J. Méndez 7744, Colonia Constituyentes, en Ciudad Juárez, Chihuahua, México. Domingos 10 de la mañana. read less
Religión y espiritualidadReligión y espiritualidad

Episodios

El deber secular del cristiano (Romanos 13:1-10).
15-04-2024
El deber secular del cristiano (Romanos 13:1-10).
Hay tres instituciones que han sido ordenadas por Dios en este mundo, cada una con niveles de sujeción y autoridad. Estas tres instituciones son: 1. La Familia: Es una pequeña comunidad de personas relacionadas que tienen como interés el cuidado mutuo unos de otros. Entre ellos hay compañerismo, trabajo y provisión. También hay sujeción y autoridad. Dios ha designado al marido como cabeza de familia, y la esposa debe sujetarse a él. Los hijos, a su vez, deben estar sujetos a los padres. Esto contribuye a un hogar feliz. Cuando las cosas están fuera de lugar, se produce confusión y agitación en la familia. 2. La iglesia local: Esta es una pequeña comunidad de creyentes en el Señor Jesucristo, cuyo interés es la adoración y el servicio a Dios, así como el cuidado mutuo unos de otros. La cabeza de la iglesia es el Señor Jesucristo, y toda la iglesia debe someterse a su liderazgo. Bajo Él se encuentran los pastores, los diáconos y los demás miembros de la congregación (cf. Filipenses 1:1). Cuando se mantiene el orden de Dios en la iglesia, hay bendición y armonía; cuando se viola ese orden, surge la división y el dolor. 3. El Gobierno: Es una comunidad más amplia de personas reunidas bajo un liderazgo central, con el interés del bienestar mutuo de todos los ciudadanos. La sujeción de los ciudadanos a las autoridades del gobierno producirá una sociedad tranquila. Es la última de estas tres instituciones la que se tiene en cuenta en estos versículos. Dado que somos parte de una sociedad secular, tenemos ciertas responsabilidades hacia esa sociedad. En el capítulo 12, Pablo habló extensamente de nuestros deberes a nivel espiritual y social. En este capítulo, centra su atención en cuestiones seculares. Se enfoca en cómo nos relacionamos con aquellos que están fuera de la iglesia, especialmente aquellos que nos gobiernan en la sociedad, lo cual es un asunto muy importante. Esta mañana tomemos unos minutos para analizar el deber secular del cristiano.
Los fundamentos de una vida santa (Romanos 12:1-2)
11-03-2024
Los fundamentos de una vida santa (Romanos 12:1-2)
Los capítulos 9-11 formaron una ruptura en la carta de Pablo a los romanos. En ese pasaje, el enfoque de Pablo estaba en la salvación y el judío. Pablo quería mostrarles que Dios no los estaba descuidando en esta época presente, sino que podían ser salvos invocando el nombre del Señor. Ahora Pablo regresa a la idea principal de su carta. Ha pasado un tiempo considerable diciéndonos cómo somos salvos, de qué somos salvos y qué ha hecho la salvación por nosotros. En esta última sección del libro, el enfoque de Pablo cambia hacia algunos asuntos muy prácticos. De aquí en adelante discutirá muchos aspectos de la vida cotidiana en este mundo. Ahora, antes que nada, debemos estar agradecidos de tener un hogar esperándonos en el Cielo. Debemos alegrarnos de poder vivir algún día en una mansión perfecta en la misma presencia del Señor. Sin embargo, ahora mismo somos peregrinos y extranjeros, viviendo en suelo extranjero, por lo que estamos esperando que el Señor nos lleve a nuestro hogar celestial. Eso es una bendición; pero, mientras eso sucede, necesitamos ayuda práctica para nuestro caminar día a día con Dios en este mundo. Estos primeros dos versículos del Capítulo 12, nos dan una idea de un área de nuestro caminar con Dios que nunca debemos pasar por alto. Estos dos versículos nos hablan sobre los fundamentos de una vida santa. Pablo nos dice lo que Dios espera de nosotros y cómo podemos cumplir sus propósitos para nuestras vidas. Nos dice que una vida santa tiene varios fundamentos poderosos. Veamos cuáles son y que nos exigen, mientras meditamos en el tema: “Los fundamentos de una vida santa”. ¿Cuál es el primer fundamento de una vida santa?
¿Qué sentir hay en nuestro corazón por los gentiles?
16-01-2024
¿Qué sentir hay en nuestro corazón por los gentiles?
Hemos llegado, en nuestras lecciones sobre el libro de Romanos, a un pasaje que muchos grandes comentaristas y predicadores del Evangelio ignoran o malinterpretan. Muchos estudiosos de la Biblia sienten que este pasaje no tenía ninguna relevancia para la iglesia. Sin embargo, como veremos al leer estos versículos, hay verdades que deben entenderse. Hasta este punto, Pablo se ha ocupado de la tarea de demostrar que la salvación es una obra soberana de Dios realizada a través de la gracia por la fe. Ha estado diciendo a sus lectores que los hombres se salvan al confiar en la obra de Cristo en el Calvario, independientemente de las obras de la ley. Sin embargo, cualquier judío que haya leído Romanos hasta este punto, podría tener la idea de que la salvación por la fe era solo para los gentiles. Podría llegar a la conclusión de que no había esperanza para los descendientes de Abraham. Por lo tanto, Pablo hace una pausa en su enseñanza para que todos sus lectores sepan que ¡Ellos también estaban dentro de los planes de Dios! Y en medio de este mensaje para ellos, también encontramos algunas lecciones importantes para nosotros. En estos versículos iniciales del capítulo 9, Pablo revela lo que hay en su corazón por su pueblo, los judíos. Al hacerlo, nos enseña una lección sobre la clase de corazón que debemos tener para con los perdidos que nos rodean. Por este motivo, estaremos meditando en el tema, “¿Qué sentir hay en nuestro corazón por los perdidos?” Responderemos esta pregunta, mientras consideramos aquello que hay en el corazón de Pablo. ¿Qué hay en el corazón de Pablo para con aquellos que están perdidos? ¿Qué sentir es el que Pablo revela?
Un viejo reto para Año Nuevo (Colosenses 3:1-4).
31-12-2023
Un viejo reto para Año Nuevo (Colosenses 3:1-4).
Hoy es el último día del 2023. Mientras estamos aquí al borde de un Año Nuevo, es un buen momento para reflexionar sobre el año que termina y es un buen momento para mirar hacia el año que pronto llegará. También es un buen momento para que el pueblo de Dios haga un inventario de su caminar con el Señor. Deberíamos observar con mucho cuidado dónde nos encontramos en nuestra relación con Dios. Necesitamos examinarnos a nosotros mismos y ver dónde hemos estado, dónde estamos y dónde el Señor quiere que estemos. Este pasaje nos brinda la oportunidad y el desafío de hacer precisamente eso. Hace unos días me encontraba limpiando una de las habitaciones de la casa, donde pude encontrar muchas cosas que ya no son necesarias. Por supuesto, había algunas cosas que simplemente necesitaban ser reubicadas. Y, en el proceso de la limpieza, encontré algunas cosas que me hicieron retroceder en el tiempo. Mientras limpiaba, hubo algunas cosas que fueron retenidas, algunas cosas fueron desechadas y algunas cosas fueron recordadas. Al leer estos versículos, encuentro que desafían a los hijos de Dios a hacer exactamente lo mismo. Al mirar nuestras vidas a la luz de estos versículos, somos desafiados a retener algunas cosas, a liberar algunas cosas y a recordar algunas cosas. Quiero meditar en estos versículos hoy y compartir con usted el reto que contienen. Quiero mostrarles que Dios tiene un plan para nuestras vidas; que Él quiere ciertas cosas de nuestra vida, y que Él tiene el derecho de exigir estas cosas de nuestra vida. Hagamos esto mientras consideramos el tema, “Un viejo reto para Año Nuevo”.
Somos más que vencedores (Romanos 8:37).
25-12-2023
Somos más que vencedores (Romanos 8:37).
Al fotógrafo de un noticiero nacional, se le asignó el tomar fotografías de un gran incendio forestal. Sin embargo, el humo en el lugar era tan denso, que le era imposible tomar buenas fotos. Por lo que, el fotógrafo, solicitó a la oficina central que alquilara un avión, y desde allí poder hacer buenas tomas del incendio. Bueno, la oficina llevó a cabo los arreglos correspondientes, y le dijeron que fuera inmediatamente a un aeropuerto cercano, donde lo estaría esperando el avión. Cuando llegó a toda prisa al aeropuerto, un avión calentaba en la pista. Muy de prisa se subió al avión, mientras gritaba, “¡Vamos! ¡Vamos!” El que estaba en el asiento del piloto, giró el avión contra el viento y pronto estuvieron en el aire. Desde allí se podía ver muy bien el incendio, y entonces, el fotógrafo gritó, “Vuela sobre el lado norte del incendio, y haz tres o cuatro pasadas a bajo nivel”. Y el piloto, sorprendido, preguntó, “¿Por qué?”. Bueno, dijo el fotógrafo, “Pues porque soy fotógrafo, y necesito tomar fotografías del incendio”. El piloto, asustado, le dijo, “Entonces, ¿No es usted mi instructor del vuelo?”. Allí tenemos en un avión, a uno que no es instructor de vuelo, y a otro que no es piloto. ¡Tremendo! Así es exactamente como nos aparece la vida a veces, ¿verdad? A veces parece que quien conduce el avión no sabe adónde va, ni qué está haciendo. Pero, así es como nos parecen las cosas. Desde nuestro punto de vista, parece que nuestras vidas se meten en más líos de los que podemos imaginar. Pero, repito, así es como parecen las cosas. Según la Biblia, los hijos de Dios son un pueblo perpetuamente victorioso. No siempre podemos verlo. No siempre lo sentimos. No siempre vivimos así, pero de todos modos es cierto. El versículo que hoy tenemos ante nosotros ha traído consuelo y esperanza a los corazones de los hijos de Dios durante años. Nos recuerda que somos “más que vencedores” a pesar de cómo nos parezcan las cosas, o de cómo nos sintamos acerca de nuestras circunstancias. Hoy quiero dedicar tiempo a este versículo, porque los hechos revelados en él, nos recuerdan claramente que somos “más que vencedores”. Es posible que hoy no me sienta como un conquistador. Es posible que sienta que mi vida está bajo el yugo de un piloto sin experiencia. Pero, independientemente de cómo nos sintamos, este versículo ofrece palabras de esperanza, paz y aliento a quienes se sientan desanimados, derrotados y abrumados por la vida. Les invito a echar un vistazo a este valioso versículo. Permitan que les muestre los hechos que aquí se revelan, y que nos enseñan que somos “más que vencedores”.
La seguridad de nuestra salvación (Romanos 8:31-34).
18-12-2023
La seguridad de nuestra salvación (Romanos 8:31-34).
Entre todas las promesas que Dios nos ha entregado, destaca con especial significado aquella que asegura la certeza de la salvación para aquellos que han recibido su misericordia. En medio de las incertidumbres de la vida, los redimidos jamás encontrarán razón alguna para tener dudas acerca de la firmeza de esa promesa divina. Es esencial recordar que, desde la perspectiva divina, la salvación de los santos es una realidad segura e inquebrantable. Dios, fiel a su palabra, cumplirá sus promesas para aquellos que perseveren en su camino. En el pasaje que nos ocupa hoy, el apóstol Pablo aborda precisamente este tema crucial: la confianza inquebrantable en la seguridad de nuestra salvación. En este contexto, es fundamental reflexionar sobre la enseñanza de Pablo para hacerla parte de nuestra vida diaria. Nos insta a mantener la certeza de nuestra salvación en el centro de nuestra atención, recordándonos que Dios no solo nos ha redimido, sino que también vela por la seguridad y el manteamiento de esa redención. Así, mientras exploramos las palabras de Pablo, es imperativo sopesar la importancia de aferrarnos a la seguridad de nuestra salvación. Este recordatorio no solo nos brinda consuelo en los momentos de incertidumbre, sino que también nos impulsa a perseverar en el camino trazado por Dios. Al confiar en su fidelidad, nos encontramos equipados para enfrentar las adversidades de la vida con la certeza de que aquel que nos ha llamado a la salvación es fiel para cumplir su palabra. Consideremos, pues, las enseñanzas de Pablo, mientras mantenemos en mente nuestro tema, “la seguridad de nuestra salvación”.
Las aflicciones del tiempo presente (Romanos 8:18).
20-11-2023
Las aflicciones del tiempo presente (Romanos 8:18).
Romanos, capítulo 8 es uno de los capítulos más ricos de la Biblia. Este capítulo es un pasaje de esperanza, bendición, aliento y consuelo. El versículo 1 establece el tono para el resto del capítulo cuando dice: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.” ¡Ninguna condena! ¡Debemos dejar que esas palabras penetren en nuestros corazones! Esas palabras nos recuerdan que el cristiano ya no está bajo la ira de Dios, ni en peligro de ser juzgado por él. El creyente ha sido liberado para siempre de la amenaza del infierno eterno. El creyente ya no está separado de Dios por un amplio abismo de pecado, sino que “es hecho cercano por la sangre de Cristo” (cf. Efesios 2:13). A medida que se desarrolla Romanos 8, la luz de nuestras bendiciones en Jesucristo se vuelve muy clara. Los creyentes son hijos de Dios (v. 14-15).Los creyentes son coherederos con Cristo (v. 17).Los creyentes serán glorificados con Cristo (v. 19).Cada evento en la vida del creyente está siendo elaborado para bien por parte de Dios (v. 28).Los creyentes están siendo transformados activamente a la imagen del Señor Jesucristo (v. 29).Los creyentes están seguros en su salvación (v. 30).Los creyentes disfrutan del apoyo del Señor contra cada adversario que enfrentan en la vida (v. 31-37).Los creyentes nunca serán separados del amor perfecto, ilimitado y eterno de Dios (v. 38-39). Esas verdades deberían ser suficientes para hacernos humildes ante el Señor en adoración y alabanza. El texto que he leído hoy añade otra capa de bendición que debería animar los corazones de cada hijo de Dios. El versículo 18 contiene una preciosa promesa para todo creyente que sufre en esta vida. En él se nos promete que, aunque aquí haya sufrimiento, allá habrá gloria. Meditemos, entonces, en las palabras de Pablo, mientras consideramos su declaración cuando habló sobre “las aflicciones del tiempo presente”.
Bendiciones de la vida espiritual (Romanos 8:14-17)
06-11-2023
Bendiciones de la vida espiritual (Romanos 8:14-17)
Imagínese, por un momento, nacer en una familia afectada por la pobreza extrema. En esa condición, usted vive en una familia disfuncional y condenada al fracaso. Una familia sin esperanza, y sin ninguna expectativa positiva para el futuro. Es una familia que está sufriendo, por no poder sustentar las necesidades más básicas para la vida. Y lo peor de todo, es que a nadie en este mundo le importa en absoluto. Pero, ahora, imagine que llega un hombre amable, gentil y misericordioso, el cual, además de tener todas estas buenas cualidades, es sumamente rico y poderoso. Este hombre le ofrece, no solamente, ayudarlo, sino recibirlo en su gran mansión, para convertirlo en su propio hijo.  Este hombre le ofrece todo lo que su propia familia natural jamás podría darle, y, además, se lo ofrece gratuitamente. Todo lo que tiene que hacer usted, es aceptar ser su propio hijo. Ahora, ¿Le parece una historia descabellada? Pues, eso es exactamente lo que le sucede a cada persona que pone su fe en Jesucristo. A medida que Pablo profundiza en este octavo capítulo de Romanos, continúa ilustrando la superioridad de la vida espiritual. Ya nos ha hablado de la liberación y los cambios que hay en esa vida. Ahora, en estos versículos, él nos habla de las bendiciones de la vida espiritual. Pablo nos dice que cada persona que ha obedecido el evangelio, ha sido traída a la familia de Dios, y disfruta de todos los derechos, privilegios y promesas que todo hijo de Dios tiene, por su bendita bondad y misericordia. No, ningún hombre sobre la tierra merece tantas bendiciones, pero por la gracia de Dios, puede acceder a ellas a pesar de la vida miserable y oscura que haya tenido. Miremos, pues, estos versículos, para recordar o para conocer las bendiciones de la vida espiritual.
Los cambios de la vida espiritual (Romanos 8:5-13)
30-10-2023
Los cambios de la vida espiritual (Romanos 8:5-13)
El capítulo 8 de Romanos marca un cambio importante en el pensamiento del apóstol Pablo. En este capítulo, presenta varios aspectos de cómo la vida es transformada por el Espíritu de Dios. Este capítulo trata sobre la nueva vida que resulta de la obra del Espíritu Santo en nosotros. En los primeros cuatro versículos, Pablo habló acerca de la liberación de la vida espiritual; ahora, en los versículos que hemos leído esta mañana, escribe acerca de las diferencias de la vida espiritual. Considero que este es uno de los pasajes más grandes e importantes de las Escrituras. ¿Por qué? Porque aborda la cuestión de la mente. La Biblia es clara en su enseñanza de que, la manera en que piensa una persona, eso determinará qué clase de persona será. Dice Proverbios 23:7, “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. En otras palabras, cuando usted siembra un pensamiento, entonces cosecha un acto. ¡La mente es algo muy importante! ¡Cualquier cosa en la que un hombre enfoque su mente es lo que ese hombre reproduce en su vida! Si usted tiene malos pensamientos, entonces no espere producir otra cosa, sino malas acciones. Pero, si usted tiene buenos pensamientos, sobre todo, si usted tiene pensamientos piadosos, entonces eso producirá acciones piadosas. Las acciones siempre tienen la misma naturaleza de nuestros pensamientos. Por eso, la palabra de Dios es tan clara cuando nos exhorta renovar nuestra mente. En Romanos 12:2, dice, “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. En Filipenses 4:8, el apóstol Pablo nuevamente nos exhorta a mantener siempre pensamientos correctos. Esto es así, porque pensamientos correctos, dan como resultado una vida correcta. De ahí la importancia de llenar nuestras mentes con la palabra de Dios. Si llenamos nuestra mente con los pensamientos de Dios encontrados en su palabra, esto producirá un cambio en nuestras vidas. Los cambios que el Espíritu Santo produce en nuestra mente, y los cambios resultantes en cada área de nuestra vida, son el asunto en este pasaje. Estos cambios son progresivos. Cada cristiano debe ir manifestando estos cambios progresivamente. Si estos cambios están sucediendo en su vida, eso significa que usted es una persona espiritual, es una persona que está dejando que el Espíritu Santo lo moldeé a través de las Escrituras. Usted es una persona que siempre tiene en cuenta lo que Dios dice en su palabra, siguiendo ese curso de vida que él muestra en ella, y así, estos cambios se van manifestando cada día. Sin embargo, si estos cambios no se manifiestan, o si en lugar de avanzar hacia adelante, usted va en retroceso, entonces eso mostrará que usted no es una persona espiritual, sino carnal. Usted se ha estado dejando guiar por el mundo, por sus pasiones o por el diablo. Consideremos, entonces, lo que Pablo nos dice, mientras meditamos en el tema, “Los cambios de la vida espiritual”.
Liberados en Cristo Jesús (Romanos 8:1-4).
23-10-2023
Liberados en Cristo Jesús (Romanos 8:1-4).
Hay varias cosas que deben distinguir a una persona que es cristiano de una que no lo es. Piensan diferente, actúan diferente, caminan y hablan de manera diferente. Y esto se debe a que, el que es cristiano, está siendo guiado, a través de las Escrituras, por el Espíritu Santo. Su vida debe ser distinta a la que tienen las personas del mundo. Bueno, es de este estilo de vida diferente, el enfoque de este octavo capítulo de Romanos. Hasta ahora, el apóstol Pablo nos ha estado recordando que, en nuestra vida natural, aquella que vivimos sin Cristo, es una vida que está bajo la ira de Dios. Nos ha dicho que no podemos salvarnos por nuestra bondad, ni por nuestras obras religiosas. Nos ha dicho la gran verdad de que la salvación es producto únicamente de la gracia de Dios. Ahora, después de describir la vida de pecado, la vida de obras religiosas y la vida vivida bajo la Ley, y después de mostrarnos cómo cada una de ellas está muy lejos de poder salvar el alma, dirige su atención a la nueva vida que está bajo la potestad y dirección del Espíritu de Dios. Todo este capítulo, que es uno de los más importantes de la Biblia, trata sobre experimentar una nueva vida dirigida por el Espíritu Santo. En estos primeros cuatro versículos, nos habla acerca de la liberación que tenemos en Cristo. Particularmente, nos dice que hemos sido liberados de tres elementos de la influencia del pecado en nuestras vidas. Nos centraremos esta mañana en esas tres áreas de las que hemos sido liberados. Les invito a seguirme en estos versículos, mientras meditamos en el tema, “liberados en Cristo Jesús”. ¿De qué hemos sido liberados?
Una lucha perdida (Romanos 7:14-25).
09-10-2023
Una lucha perdida (Romanos 7:14-25).
El apóstol Pablo ha estado insistiendo, que los efectos espirituales que la ley produce en aquel que vive sin Cristo es la esclavitud y la perdición eterna. En estos versículos, el apóstol ilustra el caso describiendo un gran conflicto que todo hombre padece, sobre todo cuando vive sin Cristo. Pablo dice que todo hombre sabe hacer el bien; pero lamentablemente no puede hacerlo. Así como todo esclavo bien pudiera vivir en libertad, no puede hacerlo dado el régimen legal en el que vive. Así como un esclavo anhela la libertad, así todo hombre puede tener el deseo de guardar la ley de Dios. Pero, así como el primero no puede ser libre, puesto que es un esclavo, así el hombre no puede guardar la ley porque es culpable de pecado. Quiere guardar la ley, pero la realidad es que la ha quebrantado. Algunos han pensado que este texto habla de “la lucha del cristiano”. Llegan a esta conclusión porque Pablo usa pronombres en primer personal singular. Por ejemplo, en el versículo 14, dice, “yo soy carnal”. En el versículo 18, dice, “Y yo sé que en mí… no mora el bien”. Pero, estas mismas declaraciones nos ayudan a entender que Pablo no está hablando del cristiano. En primer lugar, y aunque el texto bien puede mostrar una lucha, la verdad es que Pablo habla de una lucha perdida. Pablo no solo describe a una persona “carnal”, sino a una en la que “mora el pecado” (v. 17). Por tanto, es imposible que Pablo esté hablando de la experiencia o la lucha que el cristiano tiene con el pecado. Las palabras de Pablo tienen que ver con una persona “miserable” (v. 24), con una persona que, por el pecado, vive en un “cuerpo de muerte” (v. 24). Con una persona que necesita ser liberada (v. 25). Luego, no hay nada aquí para el cristiano, a menos que ese cristiano quiere volver a la ley, o quiera mezclar la ley y la fe para su salvación. Consideremos, pues, lo que Pablo tiene que decir a aquellos que viven sin Cristo, y así, están bajo la condenación de la ley. Meditemos eso, mientras tenemos en mente nuestro tema, “Una lucha perdida”.
Las funciones de la ley (Romanos 7:7-13)
02-10-2023
Las funciones de la ley (Romanos 7:7-13)
Dado que han pasado varias semanas desde que comencé a predicar sobre la carta de Pablo a los hermanos en Roma, hemos aprendido la verdad de que todos los hombres son pecadores, y necesitan de un Salvador (cap. 1-3). Hemos aprendido que la verdadera justicia y la salvación es posible mediante la fe en el Señor Jesucristo (cap. 4-5). Hemos aprendido que en Jesucristo estamos muertos al pecado y a la ley (cap. 6-7). En nuestro mensaje anterior, aprendimos que hemos sido librados de la ley, al haber muerto juntamente con Cristo. Sin Cristo estábamos casados con un marido cruel y exigente, al cual, era imposible satisfacer. Sin embargo, por el evangelio, ahora estamos casados con Cristo, quien nos ha tratado con amor, misericordia y perdón. Estas son verdades benditas que siempre debemos tener presente. En los versículos que tenemos ante nosotros esta mañana, Pablo ilustrará su enseñanza sobre la ley, al permitirnos echar una mirada sumamente íntima sobre la vida de un hombre que vive sin Cristo y bajo la ley. Pablo se involucra a sí mismo en esta ilustración, como si nos estuviese dando su autobiografía, sobre todo cuando vivía sin Cristo y bajo la ley. Con todo su argumento, Pablo va a revelar un lado del hombre que la mayoría trata de mantener profundamente enterrado, oculto. Los versículos 7 al 13, nos hablan de los días en que Pablo no conocía a Cristo, nos lleva de regreso a una época de su vida, donde la ley regía todo lo que él era y hacía. Él compartirá con nosotros lo que ha aprendido acerca de la ley y su condición delante de Dios en esa condición. No será algo bonito; pero es una enseñanza que cada persona necesita escuchar y comprender. Caminemos junto con Pablo en este viaje a su pasado, cuando era un fariseo moralista y de cómo logró librarse de esa vida de perdición. Consideremos las lecciones que Pablo compartirá con nosotros, mientras consideramos el tema, “Las funciones de la ley”.