Decían de María Estuardo que en su muerte llevaba peluca y un perro escondido bajo sus faldas rojas. Tres hachazos hicieron falta para asesinarla. Muchas leyendas urbanas rodean a esta reina incluso esa frase mítica que no sabemos si realmente llegó a pronunciarla: "En mi fin está mi principio".
Jesús Callejo nos lleva al 15 de mayo de 1567, a ese principio de su fin: la boda de María Estuardo. Es el tercer matrimonio de Estuardo, algo sorprendente para una mujer de la realeza y además, católica. Hay un ambiente curioso en esta ceremonia pues a los protagonistas se les acusa de la muerte de Enrique Estuardo, el segundo marido de María. El estigma ha sido creado y le va a perseguir hasta su muerte.