En la Nueva York de mediados de los 50 se juntaban en las esquinas adolescentes blancos, negros, latinos... para cantar casi cualquier cosa que pudiera hacerse a cuatro voces: uno entonaba la letra y los otros tres hacían coros con sílabas onomatopéyicas que imitaban instrumentos (de ahí "doo wop"). El propio Elvis se dejó influir por esta corriente. Suenan Frankie Lymon, The Marcels, las Chordettes y muchos más.