Ainara es hija de Gregorio Hernández. El 15 de octubre de 1982, Gregorio se empeñó en ir a regularizar su escopeta de caza al cuartel de la Guardia Civil de Leitza, en Navarra. No era el día más apropiado por diversas circunstancias, pero no quería pasar ni un día más sin tener el arma en regla. Pero el destino le jugó una mala pasada y, por un completo azar, murió acribillado a balazos por un comando de ETA que atentó esa tarde contra el cuartel.
Mi nombre es Jesús Hernández. Soy periodista y trabajo en hace 20 años en el periódico El Correo, de Bilbao. Desde hace un tiempo, me dedico a recuperar la memoria de las víctimas del terrorismo en los periódicos de Vocento.
Requiere tocar los márgenes del dolor y el duelo y hay que hacerlo con la ,máxima sensibilidad, sin una gota de morbo, pero dejando espacio a la crudeza de un terror que marcó la historia de este país durante muchos años. El dolor es un lugar al que uno nunca se acaba de acostumbrar, pero hace falta conocerlo, registrarlo, para que nunca se olvide, para que no se repita.
Damos comienzo a una serie en la que vamos a escuchar voces de víctimas del terrorismo. Algunas de ellas han permanecido en silencio durante décadas. Sus historias sólo se han conocido en la esfera privada, puertas adentro de sus hogares y en la más absoluta soledad en muchos casos.
En plena batalla por el relato, por un relato veraz, estas son algunas de las voces que faltaban.
LAS VOCES QUE FALTABAN es una producción de El Correo. Con guion y narración de Jesús Hernández, edición de Silvia Cantera, Marta Madruga y Carlos Blázquez, diseño sonoro y postproducción de Rodrigo Ortiz de Zárate y el equipo de Audio de Vocento y coordinación general de Aitor Alonso.