Uno de los principios jurídicos fundamentales en que se basa el actual sistema de relaciones laborales en España es el contenido en el artículo 28.1 de la Constitución española de 1978, el cual reconoce el derecho a la libertad sindical como un derecho fundamental de «todos a sindicarse libremente». En nuestro ordenamiento constitucional, la facultad de actuar en tutela y en defensa de los intereses colectivos de las personas trabajadores se atribuye a los propios sujetos protagonistas del conflicto, como expresión de su posición de libertad y eligiendo, en ejercicio de su propia autonomía, los medios más congruentes ha dicho fin.
Pero en nuestro país, todavía hoy, continúan ocurriendo cosas que tienen que ver con al pasado más oscuro de las relaciones laborales y que resucitan, de tanto en tanto, con las prácticas ilegales que llevan a efecto algunas empresas. Hoy vamos a parar en el ejemplo de Decathlon España. Te contamos el caso de Beatriz - nombre ficticio- que comenzó hace pocos meses, a raíz de una libranza que varios trabajadores consideraban que merecían tras trabajar en días festivos. Las personas trabajadoras se enteraron de que les estaban estafando y pidieron información sobre el convenio. Se animaron defender sus derechos y, finalmente, convocaron elecciones sindicales. Y así comenzaron, también, las amenazas y el acoso laboral por parte de la dirección.