La cantidad de patrañas teñidas o no de ciencia que se ofrecen en el universo mundo, suele ser directamente proporcional a la instrucción o, incluso, inteligencia de quienes se las "tragan". O lo que es peor: pagan por ellas. Zahoríes, homeopatía, magnetoterapia, hoponopono y otras mancias más peligrosas de lo que parece. Más para temer que para reírse. Pero, ¿por qué no echar unas risas con ellas?