Panel 9 - El vidrio en la arquitectura II. Aliado contra el cambio climático

La edad del vidrio

13-09-2022 • 2 minutos

La arquitectura debe formar parte de la solución a retos medioambientales como la reducción de las emisiones de CO2 y el ahorro energético. El creciente uso de superficies acristaladas se apoya en la evolución de los acristalamientos energéticamente eficientes, capaces de reducir las ganancias y pérdidas de calor y de proteger contra los rayos UVA. Equipar los edificios europeos con acristalamientos de alto rendimiento puede suponer en 2030 un ahorro del 30% con respecto al consumo energético actual: el equivalente a la emisión de 95 millones de toneladas de CO2 al año. La contribución de los acristalamientos para lograr una Europa neutra en carbono en 2050 podría ser incluso mayor gracias a nuevos productos como los vidrios electrocrómicos o los fotovoltaicos integrados. Estos vidrios hacen posible que las ventanas se adapten de forma dinámica a las condiciones de la luz solar. Otra tecnología que mejora la eficiencia energética es el acristalamiento aislante con cámara de vacío, que consiste en llenar el espacio entre las dos hojas de una ventana con un gas noble, como el argón, para reducir la transmisión de calor y de sonido. Ahorro energético Los productos vítreos que ahorran energía, como los dobles acristalamientos, la lana mineral y la espuma de vidrio para aislamiento, compensan con creces durante su vida útil el consumo energético utilizado en su producción. Por ejemplo, la sustitución de un metro cuadrado de ventanas de una sola hoja por un doble acristalamiento ahorra, gracias al aislamiento térmico, 60 kg de emisiones de CO2 al año frente a los 25 kg de emisiones producidas en su fabricación.