Desde los años 60, cuando se inició el movimiento Studio Glass, el uso del vidrio como medio artístico para producir esculturas y otras obras de arte ha experimentado un resurgimiento. En los últimos años, el consumo y la producción responsables han adquirido una gran relevancia en este movimiento. La búsqueda de prácticas artísticas sostenibles ha llevado a un gran número de artistas a promover el uso de materiales reciclados obtenidos de forma sostenible y a explorar alternativas que reducen el impacto ambiental de sus creaciones. Las tiradas de vidrio de edición limitada y en pequeños lotes son actos conscientes, deliberados e intencionados de artistas que dedican gran esmero y tiempo a su trabajo. De este modo, el arte del vidrio crea objetos que sobrevivirán a sus propietarios sin provocar grandes tensiones ambientales, al tiempo que expresan la preocupación sobre la sostenibilidad en forma de activismo artesano. La producción de vidrio artístico sostenible puede considerarse un antídoto vital contra los problemas medioambientales que afrontamos.